La estimulación cognitiva para personas mayores puede realizarse a través de terapias sin fármacos. A continuación veremos varios consejos recomendados por la especialista en Psicogerontología Ana María González y un ejemplo de actividad con imágenes que ayuda a estimular la memoria y las capacidades de atención.
Los cuidadores de personas con algún tipo de demencia,
ya sean familiares o trabajadores, en la mayoría de las ocasiones se
ven abrumados por la situación del enfermo. Es duro para ellos observar
cómo poco a poco van perdiendo su capacidad para vestirse solos, nombrar
objetos, reconocer a gente conocida, etc. Aunque no podemos darles a
estas personas una cura que detenga la progresión de la demencia, sí
disponemos de diferentes intervenciones no farmacológicas, que junto a una medicación adecuada, permiten enlentecer el proceso de pérdida de capacidades.
En revisiones de estudios sobre los beneficios de diversas terapias no farmacológicas
en pacientes con demencia se han encontrado resultados positivos en la
cognición de los participantes, mejorando en atención, orientación,
memoria, lenguaje y en cognición en general. Se observa también un menor
deterioro de las actividades instrumentales de la vida diaria frente a
otros pacientes que sólo reciben los cuidados normales. En cuanto a las
alteraciones conductuales, se observa además una mejora en el control
emocional, los problemas de conducta y las conductas disruptivas.
Terapias no farmacológicas: La mejoría progresiva en el estado de ánimo de enfermos de Alzheimer se
ha observado también como beneficio de determinadas de estas terapias.
Un valor añadido importante a estos beneficios es que las terapias no
farmacológicas están exentas de efectos secundarios. Sin embargo, ambas
terapias deben proporcionarse complementariamente para potenciar su
eficacia. Algunas de las terapias no farmacológicas están enfocadas en
las capacidades cognitivas, otras en las conductas (modificación de
conducta) y otras se centran en el ámbito social.
Estimulación cognitiva: la estimulación cognitiva,
por su parte, consiste en ejercicios planificados que persiguen el
objetivo de estimular las capacidades cognitivas que se encuentren aún
preservadas, para lo que es necesaria una valoración integral previa
realizada por diferentes profesionales.
Antes de comenzar a describir la actividad que os proponemos, es
necesario tener en cuenta una serie de indicaciones que facilitarán que
la sesión se desarrolle con normalidad y con resultados satisfactorios,
tanto para los cuidadores como para los pacientes:
1. Llevar a cabo las actividades dentro de una
rutina mejorará la orientación del paciente y facilitará su
colaboración. Emplear, en la medida de lo posible, la misma sala y el
mismo horario.
2. Elegir una sala con buen ambiente (temperatura y
sonido) en el que no se esperen distracciones. Es preferible un sólo
cuidador para la actividad.
3. Se recomienda que la duración de la sesión sea
aproximadamente de una hora, y al menos dos veces por semana. Se deberá
reducir con la gravedad del paciente a 35-40 minutos todos los días de
la semana para reducir el efecto fatiga.
4. La actividad se debe proponer al paciente como
una invitación, nunca como una obligación. Si en ese momento se muestra
reticente, probaremos con una actividad distinta, que atraiga más su
atención o se aplazará para otro momento.
5. Emplear un tono y un timbre de voz ajustados a
sus posibles limitaciones auditivas. Hablarles despacio, vocalizando y
de frente para que puedan leernos los labios si lo precisan.
6. Ser pacientes y respetar el tiempo que necesiten para pensar la respuesta.
7. No confrontar los errores. No se trata de que
aprendan lo que no saben, si no que practiquen lo que sí pueden hacer.
En su lugar, premiaremos los aciertos con palabras de afecto.
8. Proponer actividades adecuadas a su capacidad cognitiva; no deben ser demasiado difíciles pero sí suponer cierta dificultad.
9. Antes y después de la actividad realizaremos una
breve orientación en tiempo y espacio. relacionándolo con fiestas
nacionales, etc. “¿Qué día es hoy?”, ¿En qué mes estamos?”, “¿En qué
estación del año?” “¿Qué se celebra hoy?” “¿En qué ciudad
estamos?”, etc.
Actividad con imágenes: La actividad está dirigida a
pacientes con deterioro cognitivo moderado, aunque ajustando su
dificultad puede ser utilizada con personas con deterioro grave que aún
conserven el lenguaje. Como veréis es una actividad muy sencilla.
Consiste en presentar diferentes imágenes para que nos describan lo que
ven, como objetos, personas, edificios, etc., y sus cualidades: color,
forma, olor y textura. De esta forma estimulamos el lenguaje, a la vez
que les formulamos preguntas a modo de conversación que estimulen la
memoria; “¿Qué es?”; “¿Para qué se utiliza?”; “¿Dónde podemos encontrar
más?”. Cuando se hayan descrito los elementos de las imágenes, y cuando
el estado cognitivo del paciente lo permita, continuaremos con las
acciones que se observan, las intenciones que se puedan extraer de las
personas, los antecedentes y las consecuencias, estimulando así las
funciones ejecutivas.
Material: Estas imágenes pueden obtenerse de
revistas y de internet. Deben ser variadas, atractivas y contener
diferentes elementos con los que podamos trabajar, aunque no demasiados
para que puedan centrar su atención. No utilizar material demasiado
infantil. Os animamos a ponerlo en práctica.
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