domingo, 13 de octubre de 2013

La carta indignada de un niño de 1º de la ESO: "La clase de religión es un soborno de la Iglesia"

La religión es un juego de niños. Eso asegura Lucas, un chaval de 12 años que cursa Primero de la ESO en un colegio público de Alcalá de Henares (Madrid) y que está harto.
Por eso, ha enviado una carta al director de El País, que también ha sido remitida a El Huffington Post por sus padres, en la que vuelca toda su indignación. En dos folios escritos a mano, explica que cursa Medidas de Atención Educativa (MAE), la alternativa a religión, y se queja de la discriminación según la materia que se elija.

"Los niños que van a religión hacen excursiones sin nosotros (...) y no sólo eso. Además ven películas, van a ordenadores, a jugar al paintball (guerra de bolas de pintura), piragüismo, al teatro, al cine...". Lucas, que firma la carta junto a otros 12 compañeros, se queja de que, en cambio, las horas de su asignatura las dedican sólo a dibujar y a hacer deberes. Por eso, piden que se "equilibren" las actividades de ambas materias.

Los alumnos no tienen duda de a qué se deben estas diferencias. "Es un soborno de la iglesia para que los niños se apunten a religión y elijan el catolicismo. Lo hacen para que se apunten y que la religión no se extinga del colegio", denuncian en su carta, en la que se preguntan: "¿Qué tiene que ver el paintball con la religión (no creo que disparen avemarías)? ¿Qué tiene que ver con el piragüismo? ¿La película 300 tiene más que ver con la Iglesia o con un acontecimiento histórico?"
Por eso, Lucas acaba su carta pidiendo que "al menos los de MAE tengan alguna excursión".

"LA ESCRIBIÓ EN EL INSTITUTO"
María Rodríguez, la madre de Lucas, explica que su hijo tuvo la idea de escribir la carta al inicio del curso, cuando vio cómo funcionaba la asignatura de religión. Afirma que no es un problema específico de su instituto, dado que en el colegio anterior sucedía lo mismo.
"Como estaba tan enfadado, le dije que escribiera una carta porque en la vida hay que luchar por lo que sientes. La escribió en el instituto junto con un amigo y yo he tardado unos días en enviarla". María recalca que ningún adulto la supervisó y que no está "ni dictada ni condicionada".
"Durante la clase en MAE lo que hacen es leer o dibujar. Hay una profesora con ellos, pero no es una clase con contenido pedagógico alguno", lamenta María. Por eso, Lucas aspira a que su carta represente el primer paso para terminar con la discriminación en su instituto.


Fuente: http://www.huffingtonpost.es/

¿Qué harías de tu vida si el dinero no importara?


Porque… ¿Cómo aconsejar hoy a un adolescente que estudie una carrera de la que no podemos garantizar un futuro seguro y rentable? ¿Tenemos nosotros la certeza de lo que ocurrirá dentro de una década?. Seguramente no. Por eso, y considerando como uno de los aspectos positivos de este mundo “en crisis” la no-inmediatez de las respuestas, aprovechemos y busquemos el lugar secreto en que sabemos quiénes somos de verdad, aquello que nos apasiona y que “se nos da bien”, aquello que nos hace perder la noción del tiempo, aquello que necesitamos hacer para vivir porque sólo así nos sentimos felices.

jueves, 22 de agosto de 2013

El día en que dejé de decir "date prisa"

Bonita reflexión.

Cuando estás viviendo una vida apretada, cada minuto cuenta. Sientes que deberías tachar algo de la lista de cosas pendientes, mirar una pantalla, o salir corriendo hacia el siguiente destino. Y no importa en cuántas partes dividas tu tiempo y atención, no importa cuántas tareas trates de hacer a la vez, nunca hay suficiente tiempo para ponerse al día.
Esa fue mi vida durante dos años frenéticos. Mis pensamientos y acciones estaban controlados por notificaciones electrónicas, melodías para el móvil y agendas repletas. Y aunque cada fibra de mi sargento interior quería llegar a tiempo a todas las actividades de mi programa, yo no.
Verás, hace seis años, fui bendecida con una niña relajada, sin preocupaciones, del tipo de quienes se paran a oler las rosas.
Cuando tenía que estar ya fuera de casa, ella estaba ahí, toda dulzura, tomándose su tiempo para elegir un bolso y una corona con purpurina.
Cuando tenía que estar en algún sitio desde hacía cinco minutos, ella insistía en intentar sentar y ponerle el cinturón de seguridad a su peluche.
Cuando necesitaba pasar rápidamente a comprar un bocadillo en Subway, se paraba a hablar con la señora mayor que se parecía a su abuela.
Cuando tenía 30 minutos para ir a correr, quería que parase la sillita para acariciar a cada perro con el que nos cruzábamos.
Cuando tenía la agenda completa desde las seis de la mañana, me pedía que le dejase cascar y batir los huevos con todo cuidado.


rachel macy stafford 2

Mi niña despreocupada fue un regalo para mi personalidad de tipo A, orientada al trabajo, pero yo no lo vi. Oh no, cuando tienes una vida apretada, tienes visión de túnel - solo ves el siguiente punto en tu agenda. Y todo lo que no se pueda tachar de la lista es una pérdida de tiempo.

Cada vez que mi hija me desviaba de mi horario, me decía a mí misma: "No tenemos tiempo para esto". Así que las dos palabras que más usaba con mi pequeña amante de la vida eran: "Date prisa".
Empezaba mis frases con esas dos palabras.
Date prisa, vamos a llegar tarde.
Y las terminaba igual.
Nos lo vamos a perder todo si no te das prisa.
Comenzaba el día así.
Date prisa y cómete el desayuno.
Date prisa y vístete.
Terminaba el día de la misma forma.
Date prisa y lávate los dientes.
Date prisa y métete en la cama.

Y aunque las palabras "date prisa" conseguían poco o nada para aumentar la velocidad de mi hija, las pronunciaba igualmente. Tal vez incluso más que las palabras "te quiero".

La verdad duele, pero la verdad cura... y me acerca a la madre que quiero ser.
Entonces, un día trascendental, las cosas cambiaron. Habíamos recogido a mi hija mayor del cole y estábamos saliendo del coche. Como no iba lo suficientemente deprisa para su gusto, mi hija mayor le dijo a su hermana: "Eres muy lenta". Y cuando se cruzó de brazos y dejó escapar un suspiro exasperado, me vi a mí misma - la visión fue desgarradora.
Yo era una matona que empujaba y presionaba y acosaba a una niña pequeña que sólo quería disfrutar de la vida.
Se me abrieron los ojos, vi con claridad el daño que mi existencia apresurada infligía a mis dos hijas.
Aunque me temblaba la voz, miré a los ojos de mi hija pequeña y le dije: "Siento mucho haberte metido prisa. Me encanta que te tomes tu tiempo, y me gustaría ser más como tú".
Mis dos hijas me miraban igualmente sorprendidas por mi dolorosa admisión, pero la cara de mi hija menor tenía un brillo inconfundible de validación y aceptación.
"Prometo ser más paciente a partir de ahora", dije mientras abrazaba a mi pequeña, que sonreía con la promesa de su madre.
Fue bastante fácil desterrar las palabras "date prisa" de mi vocabulario. Lo que no fue tan fácil era conseguir la paciencia necesaria para esperar a mi lenta hija. Para ayudarnos a las dos, empecé a darle un poco más de tiempo para prepararse si teníamos que ir a alguna parte. Y a veces, incluso así, todavía llegábamos tarde. En esos momentos me tranquilizaba pensar que solo llegaría tarde a los sitios unos pocos años, mientras ella fuese pequeña.
Cuando mi hija y yo íbamos a pasear o a la tienda, le dejaba marcar el ritmo. Y cuando se paraba para admirar algo, intentaba quitarme la agenda de la cabeza para simplemente observar lo que hacía. Vi expresiones en su cara que no había visto nunca antes. Estudié los hoyuelos de sus manos y la forma en que sus ojos se arrugan cuando sonríe. Vi cómo otras personas respondían cuando se paraba para hablar con ellos. Observé cómo descubría bichos interesantes y flores bonitas. Era una observadora, y aprendí rápidamente que los observadores del mundo son regalos raros y hermosos. Ahí fue cuando por fin me di cuenta de que era un regalo para mi alma frenética.


rachel macy stafford 3

Mi promesa de frenar es de hace casi tres años, y al mismo tiempo empezó mi viaje para dejar de lado la distracción diaria y atrapar lo que de verdad importa en la vida. Vivir en un ritmo más lento todavía requiere un esfuerzo extra. Mi hija pequeña es el vivo recuerdo de por qué tengo que seguir intentándolo. De hecho, el otro día, me lo volvió a recordar.

Habíamos salido a dar un paseo en bicicleta durante las vacaciones. Después de comprarle un helado, se sentó en una mesa de picnic para admirar con deleite la torre de hielo que tenía en la mano.
De repente, una mirada de preocupación cruzó su rostro. "¿Tengo que darme prisa, mamá?"
Casi lloro. Tal vez las cicatrices de una vida acelerada no desaparecen por completo, pensé con tristeza.
Mientras mi hija me miraba esperando a saber si podía tomarse su tiempo, supe que tenía una opción. Podía sentarme allí y sufrir pensando en la cantidad de veces que le había metido prisa a mi hija en la vida... o podía celebrar el hecho de que hoy intento hacer algo distinto.
Elegí vivir el hoy.


rachel macy stafford 4

"No tienes que darte prisa. Tómate tu tiempo", le dije tranquilamente. Su rostro se iluminó al instante y se le relajaron los hombros.

Y así estuvimos hablando de las cosas de las que hablan las niñas de seis años que tocan el ukelele. Incluso hubo momentos en que nos sentamos en silencio simplemente sonriendo la una a la otra y admirando las vistas y sonidos que nos rodeaban.
Pensé que mi hija se iba a comer toda la maldita cosa - pero cuando llegó al último pedazo, me pasó la cuchara con lo que quedaba de helado. "He guardado el último bocado para ti, mamá", me dijo con orgullo.
Mientras el manjar saciaba mi sed, me dí cuenta de que había hecho el negocio de mi vida.
Le di a mi hija un poco de tiempo ... y, a cambio, ella me dio su último sorbo y me recordó que las cosas son más dulces y el amor llega con más facilidad cuando dejas de correr por la vida.


rachel macy stafford 5

Ya se trate de ...

Tomarse un helado
Coger flores
Ponerse el cinturón de seguridad
Batir huevos
Buscar conchas en la playa
Ver mariquitas y otros bichos
Pasear por la calle
No diré: "No tenemos tiempo para esto". Porque básicamente estaría diciendo: "No tenemos tiempo para vivir".
Hacer una pausa para deleitarse con los placeres simples de la vida es la única manera de vivir de verdad.

 

Rachel Macy Stafford


domingo, 4 de agosto de 2013

La Educación Prohibida

La Educación Prohibida es un documental que debería ver todo el mundo, en especial educadores, pedagogos, psicólogos y padres.

Propone cuestionar la forma de entender la educación, planteando experiencias educativas diferentes no convencionales como la Educación WaldorfMontessoriCossettin, etc y la necesidad de crear un nuevo paradigma educativo. 

 

Para reflexionar...





lunes, 29 de julio de 2013

Los secretos de la creatividad

"Todos poseemos un talento, todos tenemos la capacidad de ser creativos; y la mayoría vivimos sin saberlo, convencidos muchas veces de que el creativo es aquel que sabe componer melodías, o escribir un poema..."




Y la pasión está muy unida a la creatividad. Que lo disfrutéis.

miércoles, 24 de julio de 2013

Una aplicación para colorear fichas con Realidad Aumentada

Para los que seáis maestros de Infantil o Primaria o simplemente tengáis hijos... colAR App es una aplicación sobre Realidad Aumentada para colorear fichas. Es válida tanto para IOS como para Android. Es genial!!
 

lunes, 22 de julio de 2013

Cortos Educativos

Existen cortometrajes educativos donde ilustran de manera fácil, divertida y muy visual problemas sociales actuales y con un mensaje para aprender. Aquí dejo algunos. Espero que os gusten!


Una lección de motivación



Lo que se puede lograr en equipo



De los errores también se aprende.




Cuando nos esforzamos podemos hacer cosas impensables.



Cuando lo diferente se vuelve lo típico ¿Y ahora qué?